El amor tiene razones, sí,
tienes razones para amarme
a pesar de lo que soy,
a pesar de lo que ves en mí.
Me amas porque he salido
de tus manos y de tu corazón;
me amas porque eres amor.
Me amas porque soy amable,
aunque palpes mi terquedad.
Me amas porque quieres
enseñarme a amar, a sentir,
a vivir la belleza del ser.
Me amas y me basta
para aprender a amar.