TIEMPO ORDINARIO
Lunes 11º
LECTURA:
“Mateo 5, 38-42”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: Sabéis que está mandado: «Ojo por ojo, diente por diente». Pues yo os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñalo dos; a quien te pide, dale; y al que te pide prestado, no lo rehúyas.
MEDITACIÓN:
“Al contrario”
Nos estamos encontrando con toda una serie de afirmaciones rotundas de Jesús que chocan de lleno ya no sólo con las normas o leyes marcadas por las instituciones en las que se mueve, sino con aspectos que pueden chocar con aquellos sentimientos que parece que brotan de forma natural dentro de nosotros.
Pero parece que Jesús nos quiere llevar a los hombres más allá de aquellas actitudes que puedan brotar de un pronto, de una reacción automática, de unos meros sentimientos. Jesús nos quiere capaces de responder a todas las realidades no por automatismo, sino de manera que puedan brotar de una opción meditada. que vaya encaminada siempre a sensibilizar en el modo de nuestras relaciones desde opciones elegidas libremente, y orientadas siempre por una finalidad que nos aleje de actitudes de venganza, de odio, de intolerancia, de violencia, de indiferencia, y adentrarnos por caminos de paz, de sensibilidad, de justicia, de solidaridad, de gratuidad, de bien en una palabra.
No sé si eso es posible del todo. Tal vez, el mismo Jesús sabe de las dificultades de hacerlo realidad desde los condicionamientos de nuestra naturaleza. Pero con todas esas afirmaciones, más allá de su concreción, nos está señalando que hay otras vías, otros modos, otros cauces capaces de ayudarnos a romper círculos de violencia, de enemistad, de insolidaridad, de individualismo o insensibilidad. Nos está señalando que otra forma es posible frente a nuestros esquemas limitados, pobres, que no son capaces de ir más allá del “toma y daca” en el que nos solemos mover aún hoy en día, por muchas leyes que nos demos.
No sé si el Señor nos quiere llevar por caminos de heroicidad o nos está diciendo que eso es mucho más fácil de lo que pensamos porque lo llevamos inscrito en nuestro interior. No, pienso que Jesús no busca héroes, ni tontos, ni mártires. Busca hombres y mujeres empeñados en vivir desde dentro, desde la búsqueda conjunta del bien. Hombres y mujeres empeñados desde la sencillez de cada día en una aventura de humanización, de ser dueños de nosotros, de utilizar nuestra libertad para el bien, para la bondad, no para machacarnos o vivir eternamente enfrentados. No quiere un mundo donde unos pongan la mejilla una y otra vez y otros la pisoteen, sino donde todos seamos capaces de decir no a todo signo de violencia, grande o pequeño, que degrada al ser humano.
Ése “al contrario” de Jesús es para nosotros una llamada, no para vivir siempre con el no en la boca a todo, sino con el sí a todo lo que nos ayuda a construirnos, a humanizarnos, a poner de manifiesto nuestro ser humano más profundo y auténtico. No debe ser muy complejo cuando él mismo dio gracias a Dios porque eso lo entendían muy bien los pequeños, los sencillos de corazón, los que han comprendido o intuido el valor de la vida, la belleza del bien, la fuerza del amor. Y entrar ahí y mantenerse ahí, a pesar de las dificultades que podamos encontrarnos, merece la pena. Él así lo hizo y camina con nosotros para estimularnos y enseñarnos.
ORACIÓN:
“Trabajar por algo nuevo”
Cuántas cosas se han dicho y se han ridiculizado o se han llevado a un extremo a partir de este texto y, desde ahí, tal vez no hemos entendido tu intención; y, así, lo pasamos como de puntillas, y no porque lo veamos ridículo sino porque tal vez captamos demasiado bien tu intención y no nos interesa traducirla. La ley de Talión, avanzada respecto a leyes anteriores de la época, sigue aplicándose, en unos lugares con la misma minuciosidad y literalidad dramática y, en otras, bajo formas más encajables en nuestro hoy. Pero lo cierto es que de una manera o de otra no estamos siendo capaces de darle la vuelta a nuestras actitudes, porque no sabemos o porque no nos interesa, o porque hemos llegado a la conclusión de que la paz, la justicia y el respeto mutuo no es posible y se queda perdido en el ámbito de las utopías sociales. Ayúdame, Señor, ayúdame a saber encajar y traducir tu palabra en mis actitudes, no como respuestas de quien se deja pisar, sino al contrario, del que quiere trabajar por algo nuevo. Gracias, Señor.
CONTEMPLACIÓN:
“Aire fresco”
Vienes al contrario, Señor,
y nos pillas a contrapié.
Vienes a construir, a dignificar,
vienes a humanizar,
a romper moldes y barreras,
a sorprender y desbordar
nuestros esquemas rígidos,
nuestras libertades esclavizantes,
y nuestras contradicciones.
Quieres insuflar aire fresco
abrirnos resquicios de esperanza,
y, contigo, un rayo de luz se cuela,
rotundo y firme,
por los entresijos de mis nubarrones.
Deja una respuesta