No dejes de salir,
no dejes de lanzar
tu semilla de vida;
no dejes que se apaguen
mis mejores deseos,
ni que se bloqueen
o distorsionen,
todos mis anhelos.
Tú estás ahí,
te has quedado,
y sigues sembrando
y esperando
mi respuesta.
Y sé que un día,
con tu empeño y mi trabajo,
ilusionado y esforzado,
recogeré mi cosecha.