Desde ti puedo caminar,
porque sé que al final
no hay muro ni precipicio;
hay encuentro y abrazo,
hay nudos que se sueltan
y cadenas que saltan
hechas añicos
por unas manos que aman.
Sé que al final hay caricia,
voz de amigo, de amado,
sosiego de una lucha
acabada y vencida por ti.