VIERNES Y SÁBADO SANTO
CONTEMPLACIÓN:
“Es tiempo de silencio”
Silencio,
es tiempo de silencio.
No, no es tiempo de llorar,
es tiempo de contemplar.
De contemplar tu cuerpo roto,
y tu sepulcro vacío.
Es tiempo de silencio,
para descubrir la fuerza del amor,
la fuerza de la vida;
para descubrirte a ti,
oh Dios,
y para descubrirme a mí
frente a ti,
frente a mí,
frente a los otros.
Es tiempo de silencio
para descubrir
mi cuerpo roto,
y los cuerpos rotos
de tantos niños y jóvenes
mujeres y hombres,
adultos y ancianos
que ven truncada su vida
y su esperanza.
Es tiempo de silencio
para contemplar y descubrir
dolores y vacíos,
superficialidades e indiferencias,
llantos y sueños imposibles.
Es tiempo de silencio
para experimentar tu amor,
y escuchar tu llamada,
tu grito desde la muerte
que resuena a canto de vida.
Es tiempo de silencio,
para contemplar y esperar,
porque tu semilla,
echada en tierra,
está volviendo a germinar
en nuestra tierra,
en mi tierra.
Porque el amor no muere,
el amor,
como un ave fénix,
renace siempre.
Al final, el silencio
de este viernes y sábado,
me abre al grito de la vida.
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