Como el sol sale cada mañana
sigues saliendo a mi encuentro.
Te importan mis alegrías
y suavizas mis tristezas.
Siento mi alegría y mi dolor
reflejado en tu rostro de padre.
Y la paz de tu presencia
sana mis desconciertos,
da fuerza a mis pasos cansados,
y hace vibrar mi corazón
al ritmo de tu amor.