Doy comienzo a una serie de Conferencias Capitulares sobre la Regla, que originariamente sólo tenian por finalidad la exposición diaria a la Comunidad de Zenarruza en la reunión capitular diaria. Esta es la causa de que no se citen los diversos autores que me han servido de guia en esta exposición. Estos son principalmente: D.Sinfoeriano Bernigauo, Aldabert de Vogüe, García M. Cplombás Cassiá M. Just, Joan Chittister, Agustín Roberts,Miquel Estradé, Anselm Grün, Armand Veilleur. Con motivo del Capitulo General de Asís en 2005, algunos capitulares me animaron a publicarlos y me pareció que la manera más sencilla de hacerlo era a través de la página Web de nuestro monasterio. Según me lo permita el tiempo, irán apareciendo ya que en este momento pasan de 350 las conferencias dadas a la Comunidad sobre la Regla de S. Benito.
REGLA BENEDICTINA, REGLA DEL MAESTRO.
Aunque la RB no es una obra nueva ni aislada, grandes han sido los elogios que ha recibido a través de los siglos. Testimonio de los Papas desde S. Gregorio hasta nuestros día la han visto como una manera concreta de vivir el evangelio y lo más puro de la tradición patrística y monástica. Instrumento de santificación para innumerables almas a lo largo de catorce siglos de existencia.
La RM que hasta 1937 se había tenido como un plagio o mejor una paráfrasis de la RB, el mundo erudito ha cambiado de postura.
Este he escrito anónimo que se conoce con el nombre de RM es la más larga de las reglas monásticas. Recibe este nombre por comenzar sus capítulos con la frase:”pregunta el discípulo” y “responde el Señor por el Maestro”. Tiene numerosos e importantes contactos con la RB. hasta el capítulo del portero, en el que parece que termina la primera redacción del texto benedictino, ya que en los capítulos siguientes encontramos duplicados de las partes anteriores.
No obstante, a pesar de estos rasgos parecidos, la RM es diferente desde muchos puntos de vista de la RB. Ceremonias y rúblicas extrañas por no decir absurdas, descripciones del cielo tomadas de Fuentes apócrifas hacen la RM muy diferente de la RB.
Los argumentos que dan la prioridad a la RM son varios. Uno de los más importantes se desprende del estudio del vocabulario. Hay una serie de palabras que aparecen en las partes comunes de las dos reglas y siguen apareciendo en la RM y no así en las otras partes de la RB.
La constatación de las fuentes también nos lleva a la misma conclusión. En la parte común se encuentran una serie de textos que son citas. Los escritos citados en la parte común vuelven a aparecer citados en la parte propia de la RM. Sin meternos en más detalles, podemos concluir que las palabras comunes a ambas reglas y la RM son del mismo autor, mientras que la RB es de un autor distinto que ha hecho suyas las partes comunes.
Un tercer indicio de la prioridad de la RM está en las instituciones. Aunque la RM es más precisa y detallada, estudiada en sí la institución, se nota menos desarrollada. En la RM no aparecen ni el Prior, ni el maestro de novicios, ni el cocinero para los huéspedes, etc. Y lo mismo por lo que respecta a los locales.
Por último la RM tiene un plan mucho más claro que la RB. Hay una serie de cap. de la RB que no se ve la razón de su colocación, pero se explica cuando se les mira comparándoles con la RM.
Con esto no quitamos nada al mérito de la RB, no es un plagio de la RM. El uso que hace de las fuentes la RB es de gran independencia. El gran maestro de S. Benito, Casiano es utilizado de tal modo que en lugar de mostrar una indigencia en S. Benito, muestra una gran personalidad, al tomar o dejar las doctrinas de Casiano según le parece oportuno. Lo mismo respecto de Agustín y S. Basilio, que a pesar de llamarle “nuestro Padre” en varios puntos se separa de sus prescripciones.
En muchas ocasiones, las palabras de la RM sirven solo de pie para tratar del tema en una línea distinta.
En la RM no encontramos doctrinas tan hermosas como los cap. 72, 64, 58, 59 de la RB. La RB está sembrada de pensamientos sobrenaturales incluso en los cap. de orden disciplinar, cosa que buscaríamos vanamente en la RM. La RB supera a la RM en claridad, concisión, discreción elevación y sabiduría.
Podemos terminar diciendo con D. Delatte que es una expresión acabada y definitiva del ideal monástico.
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